Home is where the hearth is

En la entrada anterior escribí sobre la importancia de pausar y abrazar el paso del tiempo, de los ritmos naturales de la naturaleza y cómo toda nuestra familia y en especial nuestros hijos e hijas cosechan los frutos y beneficios de vivir en sintonía. Sin embargo, ¿alguna vez nos hemos puesto a pensar que estar en casa conlleva una enorme responsabilidad? ¿Te has percatado de la energía que habita tu hogar y cómo la viven tu familia y tú? En esta ocasión quisiera poner sobre la mesa un término que me encontré en una de mis lecturas y me pareció fascinante: house witch.

Dejando de lado la connotación negativa de la palabra "bruja" pues en este blog esa palabra trasciende y va mas allá de lo que se ha investigado sobre ella, una bruja de casa es una guardiana de su hogar. Si hay algo que todo ser humano tiene en común es la necesidad de protección, apapacho y un lugar al cual pueda llamar hogar, al que puede regresar a refugiarse y cargar energía, renovarse y encontrarse. En el libro The House Witch de Arin Murphy-Hiscock, la lectura se concentra en una palabra que me pareció mágica: hearth. Hearth es una palabra en inglés antiguo que hace referencia al piso alrededor de una fogata, sin embargo, con el tiempo la palabra se ha convertido en un sinónimo de hogar simbolizando el calor del fuego y la llama ardiente. Este camino como bruja de hogar enaltece el poder de la mujer como ama y señora de su nido, como guardiana y protectora de quienes lo habitan, donde la espiritualidad se vive desde adentro, no afuera. Es una práctica basada en la familia, en las labores domésticas, en el ritmo del día a día, en el respeto al hogar como un lugar sagrado.

Vivir tu vida ya es un acto espiritual en sí mismo (Murphy-Hiscock, 15), sostiene la autora, y depende de ti y lo que tú consideres espiritual para incorporarlo en tu vida y la de tu familia, y más importante en tu hogar. ¿Qué es para ti una experiencia espiritual? ¿Cuáles son las características de algo sagrado para ti? Estas preguntas no son fáciles de contestar, de hecho tratar de responderlas puede terminar en una prueba de fe muy grande, frustrante y retadora. Sin embargo, tú sabes lo que es, lo que te resuena y te mueve de una forma particular, tal vez no lo puedas definir pero sabes que ahí está. Concéntrate en eso.

Cada día puede ser mágico si te lo permites, no subestimes el poder de tu intuición, cuando preparas un té de manzanilla porque sabes que ayudará con el dolor de estómago o abrir las ventanas para que circule el aire, prender inciensos o velas para que despidan un olor agradable a tu hogar. Recuerda que muchas de las cosas que haces en tu casa seguramente las aprendiste de tu madre y ella a su vez de la suya, no descartes estos aprendizajes pues estás honrando una enseñanza que ya viajó por generaciones y por algo sigue vigente... claro, siempre y cuando estas prácticas hogareñas empaten contigo y tus valores familiares, si no entonces sí, descártalo. Inténtalo, reflexiona sobre lo que haces en tu hogar, toma tu tiempo para identificar esas acciones que nacen desde lo más profundo de tu ser y conecta con tu mujer salvaje, la que protege. Más adelante escribiré sobre cómo puedes ayudarte a trazar un ritmo familiar y personal para acentuar todos estos rituales de tu día a día como aquellos en honor a ciertas festividades que sin darnos cuenta son cosas que hacemos y donde dejamos toda nuestra huella espiritual mas no somos conscientes de ello. Abrazar a tu bruja de hogar implica hacer consciencia de que todo lo que haces es por ti por tu casa y por tu familia. Nunca la expresión "ama de casa" había tenido tanto sentido. Se la ama de tu propia casa y enorgullécete de ello.

Murphy-Hiscock Arin. The House Witch, your complete guide to creating a magical space with rituals and spells for hearth and home. 2018. Adams Media.