Somos Creadores, la experiencia artística en la infancia
- Wolf Mother
- 30 ago 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 31 ago 2021
El arte salvó mi vida. Cuando era niña encontré un refugio en las artes, en el dibujo, la literatura, la fotografía y la danza. Esas eran mis pasiones y eran el motor que me motivaba día con día. Como artista plástica de profesión, hablar de arte es algo que me apasiona aunque puede llegar a ser algo complejo, cansado, y muy vago. Sin embargo, en esta ocasión quisiera hablar de arte desde la forma en la que a mí me salvó, como una gran herramienta. Desde que tengo memoria he tenido una fuerte relación con las artes, la danza, la literatura, la pintura, el dibujo, la fotografía, incluso el cine. Siempre han estado presentes en mi vida y puedo decir que en más de una ocasión han sido la mejor forma que he encontrado para comunicarme. Esta es de las razones principales por la que trato de incorporarlas a nuestro ritmo familiar, sea la presentación que sea: dejando crayolas por aquí, pintura por allá, libros al alcance, bailando en la sala... y la menos una o dos veces a la semana dedicar un momento del día para realizar alguna de estas actividades con más calma, presentes y conectadas. ¿Por qué escribo de esto? Porque siempre he creído que las artes son esenciales para la vida de todo ser humano, siempre sentí que era algo necesario en mi vida y ahora en la de mis hijas. Esta inquietud me llevó a investigar más a profundidad qué pasa con la dimensión sanadora del arte. Lo que me llevó a encontrarme con la Pedagogía Waldorf y los estudios de su fundador, Rudolf Steiner:
The basis of artistic creation is not what is, but what might be; not the real, but the possible. Artists create according to the same principles as nature, but they apply them to individual entities, while nature, to use a Goethean expression, thinks nothing of individual things. She is always building and destroying, because she wants to achieve perfection, not in the individual thing, but in the whole. The Aesthetics of Goethe’s Worldview
En la cita anterior, Steiner habla del arte como un proceso de creación más que como un producto final y esta premisa fue lo que me hizo caer en la cuenta que esta es la razón por la que las artes importan tanto, una vez más, invocamos a la naturaleza, a nuestra conexión con ella y la forma de estar en sintonía. El arte es la base que nos ayuda a fortalecer estas conexiones. Las actividades artísticas a una temprana edad favorecen el sentido de creación, dan lugar a la imaginación y a la fantasía, sin dejar de lado el hecho que llevan al cuerpo y a la mente a un estado meditativo - contemplativo, cuando el enfoque va hacia el proceso más que hacia el resultado. En mi investigación, encontré un artículo del 2006 que habla precisamente del tema. En el artículo se reconoce el pensamiento de un psicólogo ruso de nombre Vigostky donde plantea una visión holísitca de la educación artística en la infancia. En el describe cómo la práctica artística exige fantasía y creatividad, donde al exponer a las niñas y niños un contacto directo con formas, colores, sonidos, materiales, texturas y sensaciones enriquece al desarrollo de su inteligencia emocional (Barco, 71-73). Y aquí fue donde me hizo tanto sentido. La práctica artística ayudará a potenciar esa sensibilidad nata, fortaleciendo sus procesos de pensamiento y razonamiento, alcanzando su máximo potencial como seres humanos. Encontré mucha información al respecto, de cómo el acercamiento al arte desde una temprana edad ayuda en todas las áreas de la infancia, tendré que retomar el tema más adelante y escribir sobre ello ya que me parece fascinante. Algo con lo que me topé leyendo a Steiner y que me pareció maravilloso es la visión Waldorf de la educación, enfocada a formar seres humanos completos, cabeza + corazón + manos. Personalmente, amo esta noción, y en un mundo como en el que vivimos, hacen falta humanos más sensibles y empáticos.
Mientras escribo, las palabras fantasía, creatividad, inteligencia emocional, conexión, y la tríada cabeza + corazón + mano, la cabeza me da vueltas, tanto que encontré en las páginas de mi adorado libro Witch de Lisa Lister lo siguiente,
We are always creating. It's what we do (...) It doesn't matter whether it's creating a life in our womb or an amazing piece of art. Whether it's creating a network of Women who speak out against injustice or an incredible aubergine, lentil or coconut curry (...) We can use the magic of our creative power of good, to improve our lives and create health, abundance and happiness. Or we can moan and groan and create sameness. Either way, we're always creating. Witch, unleashed, untamed, unapologetic
Wow. No me sorprende que en la mayoría de los curriculum Waldorf exista un día para hornear, un día para tejer, un día para pintar...al final el sentido es crear, crear y crear y en la creación, aprender, conectar la mente, el corazón y las manos. Sorprendente que esta pedagogía fuera fundada por un hombre, seguramente muy en contacto con su lado femenino. Esto habla de una dimensión holística - espiritual, un entendimiento del cuerpo como un todo, por ende, una mejor experiencia artística. Como lo plantea Steiner en la cita, no se trata del producto final, es el camino y el proceso lo que hace más enriquecedor. Esto aplica a cualquier aspecto de la vida, sin embargo, enfocándonos en la práctica artística - creadora, es un gran regalo que otorgamos a nuestros hijos e hijas, ya que además de los beneficios emocionales y de desarrollo, el ser creador les brinda un sentido de pertenencia, de satisfacción, de responsabilidad... caer en la cuenta de que nuestras manos y nuestros cuerpos son los responsables de la creación dota de una carga energética muy grande a todo lo que hacemos. Imprimimos nuestra esencia en lo que hacemos con nuestras manos, y como dice Erica Feldmann en su libro Haus Magick, es ahí donde está la magia, podemos hacer que una casa o cualquier espacio se sienta como un hogar, se trata de la intención con la que hacemos las cosas que habitan nuestros espacios lo que los transforma. Todo está relacionado, más en estos tiempos de estar en casa, de guardarse, de habitar con nuestros seres amados, esta dimensión espiritual del arte tiene mucho sentido. ¿Alguna vez habías pensado que eso que haces con tus manos es magia? ¿Qué pasaría si lo que hicieran tus manos, las de tus hijos e hijas, fuera lo que hiciera esa conexión con tu hogar aún más significativa y mágica? Todas y todos somos creadores, tenemos esa capacidad, el chiste es crear.
Haus Magick. Erica Feldmann. Harper One. 2016.
Vigotsky, las Emociones y el Arte. Julia Margarita Barco. Praxis Pedagógica. Vol. 70, 71-77. 2006
Witch, Unleashed, Untamed, Unapologetic. Lisa Lister. Hay House. 2017



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